Los biomodelos 3D son imágenes tridimensionales que surgen de las imágenes médicas del paciente (tomografía y resonancia magnética) que se utilizan para facilitar la comprensión de una enfermedad de un paciente y mejorar la planificación del tratamiento por parte del equipo médico.
Los biomodelos 3D permiten comprender las relaciones anatómicas en enfermedades complejas, detectar posibles complicaciones y prepararse mejor para las cirugías.
Se han asociado con una disminución del tiempo quirúrgico, con una disminución de las tasas de sangrado, entre otros beneficios